¿Sabes en realidad a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de exfoliante sólido? Un exfoliante sólido es una barra de exfoliante que se utiliza para eliminar las células muertas de la piel y revelar una piel suave y fresca. Está hecho de ingredientes naturales, como azúcar, sal, granos de café y cáscara de coco, entre otros. A diferencia de los exfoliantes líquidos, que pueden ser difíciles de dosificar, el exfoliante sólido es fácil de usar y tiene una textura más densa.
Hasta ahora nos habíamos limitado – o habituado- al uso de exfoliantes más líquidos, pero … Llega una pregunta y con ella el cambio: Si utilizamos champús y jabones sólidos… ¿Qué pasa con los acondicionadores? ¿Es posible? Lo es. En Aquauria hemos investigado y probado hasta dar con un exfoliante corporal que te cambia la vida; primero, por cómo está elaborado: a base de partículas exfoliantes naturales de azúcar y bicarbonato de sodio, con efecto acondicionador, renovador e iluminador de la piel. Y luego, por lo que significa a la hora de entender consumo de belleza: menos es más:
- Reduces plástico
- Minimizas espacio
- Haces un uso sostenible
- Recuperas un ritmo de belleza más pausado
- Consumo inteligente
¿Cómo se utiliza el exfoliante sólido?
Si tienes dudas o crees que su efectividad es menor; para nada. El exfoliante sólido se utiliza de la misma manera que los exfoliantes líquidos, pero con algunas diferencias lógica, ya que el sistema debe ser frotado directamente sobre la zona de la piel, en movimientos circulares, sin presionar. Humedecer la piel es esencial y tener cuidado si es sensible. De hecho, lo ideal es usarlo entre 2-3 veces por semana durante la ducha como último paso, frotando el producto sobre la piel limpia y mojada y, repartiéndolo por todo el cuerpo.
¿Cuál es la diferencia entre el exfoliante sólido y el exfoliante convencional?
Precisamente para evitar que la piel se queje, en Aquauria, hemos puesto especial atención a los ingredientes que utilizamos en nuestro exfoliante sólido natural: contiene manteca de cacao y aceite de coco, que ayudan a nutrir e hidratar la piel y proporcionan un tacto suave, sedoso y acondicionado.
La principal diferencia entre el exfoliante sólido y el exfoliante convencional es la textura. Mientras que el exfoliante convencional suele tener una textura más líquida, el exfoliante sólido es más denso y compacto. Además, el exfoliante sólido es más fácil de transportar y no se derrama, por lo que es ideal para llevarlo contigo en tus viajes.
Siempre decimos que la principal diferencia entre un exfoliante sólido y otro líquido está en el envase que, los primeros, no utilizan o es reciclable o biodegradable o reutilizable… Pero el envase no un producto que desechable de consumo rápido. Y eso implica otro tipo de cuidados y de distribución también.
De hecho, llevar la etiqueta de que se trata de un producto más amigable para el medio ambiente, ayuda pero lo que de verdad importa es encontrar el que se adecue a ti a tus necesidades. No basta con comprar un exfoliante y empezar a usarlo… Hay una serie de procesos que llegan implícito este cambio, que es mucho más profundo, y que debo serlo si queremos que perdure y que nuestras acciones cuenten.
En resumen, el exfoliante sólido es una excelente opción si estás buscando un producto de belleza natural y fácil de usar para ayudarte a mantener una piel suave y radiante. Si estás pensando en pasarte al sólido, entra aquí para resolver todas tus dudas… ¡Y cuéntanos el resultado!
