
¿Sabe que todo lo que nos aporta la cosmética sólida va más allá de los efectos del producto? De hecho, en los productos de cosmética sólida es donde interior y exterior mejor casan, porque el compromiso con los valores de la marca se expanden también también por fuera: el envoltorio. Y eso implica el packaging, los envases y todo material que se utilice para presentar, proteger y preservar un producto, ya de por sí, natural, sostenible y con tendencia a respetar los recursos naturales.
La verdad es que, desde que en 2019 se realizara el primer estudio sobre el impacto de la cosmética natural -por Stanpa- quedó claro en sus conclusiones que resultaba imposible desligar el concepto de “belleza natural” de valores como el bienestar, la salud y el respeto por el medioambiente. El sector solo ha ido alimentando y buscando enfoques para crecer en sintonía con el entorno.
Cuando uno decide embarcarse en la cosmética sólida lo que está decidiendo es seguir un camino de respeto y apoyo por el medio ambiente y eso se traduce en que importa tanto lo que te estas aplicando a la piel -por cómo está elaborado- como el continente: packaging y envoltorio del producto
La cosmética natural sólida no va sólo de utilizar productos que respeten el medio ambiente o que reduzcan nuestra huella de carbono; quedarse con ese enfoque sería casi superficial porque nos faltaría la esencia, el compromiso, lo que nos enraíza y nos hace creer y ser fieles a este concepto.
Relación entre cosmética sólida y sostenibilidad
El envasado de los productos de cosmética sólida sigue las pautas de la belleza sostenible. Y, por lo tanto, se evita al máximo usar plásticos que generen residuos, y se emplea en cambio materiales biodegradables, principalmente el papel. Además también tienen otras características implícitas: la reducción del uso de envases plásticos, la minimización de la huella de carbono, la promoción de ingredientes naturales y orgánicos, y la adopción de prácticas sostenibles en la producción y consumo de cosmética sólida.
Tendencias en packaging para la cosmética sólida que están ganando popularidad en la industria.
- Envases compostables y biodegradables: estos envases están hechos de materiales orgánicos o derivados de plantas, como papel reciclado, cartón, bambú o bioplásticos, que se descomponen naturalmente en el medio ambiente sin causar daño al ecosistema. Los envases compostables y biodegradables son una excelente opción para aquellos que buscan reducir su huella de carbono y minimizar la generación de residuos plásticos.
- Envases reutilizables y recargables: Estos envases están diseñados para ser utilizados una y otra vez, lo que ayuda a reducir la cantidad de envases plásticos desechables que se generan. Algunos ejemplos de envases reutilizables y recargables para la cosmética sólida incluyen cajas de metal, estuches de bambú o vidrio, y envases de cartón que se pueden recargar con nuevos productos sólidos una vez que se agoten los originales. Esta tendencia promueve la economía circular y la reducción de residuos, fomentando un enfoque más sostenible hacia el packaging de la cosmética sólida.
- Envases minimalistas y de diseño atractivo: Por último, una tendencia emergente en el packaging para la cosmética sólida es el enfoque minimalista con un diseño atractivo. Muchas marcas están optando por envases simples y minimalistas, con diseños limpios y elegantes que reflejan la esencia de la cosmética sólida natural. Estos envases suelen tener un aspecto moderno y sofisticado, con un énfasis en la calidad de los ingredientes y la experiencia de uso del producto. Esta tendencia muestra una apreciación por el diseño estético y la funcionalidad del packaging, buscando ofrecer una experiencia visualmente atractiva y satisfactoria para el usuario.
¿Quieres conocer los packaging que utilizamos en nuestra cosmética natural sólida?