
Cuidarte sin tóxicos… Si hay una frase que encierra una paradoja esa es, sin duda, esta: porque ‘cuidarte’ sin saber que la rutina que utilizas incorpora productos químicos y nocivos para tu piel ese cuánto menos, paradójico. No te puedes cuidar la piel si no sabes qué ingredientes llevan tus productos,
¿Sabes qué cada día tocamos una media de entre 10 y 15 productos con algún elemento químico que afecta a nuestra salud? Pues sí; es casi a diario, tanto en nuestros hogares como en nuestras actividades rutinarias estamos expuestos a los efectos de las diferentes sustancias químicas presentes en nuestro entorno. Y la lista es mucho más extensa de lo que imaginamos en un principio. Algunas pasan tan desapercibidas porque no podemos creer que estén en algunos tratamientos que llevan determinadas piezas de ropa -sí, sí, que también pueden llevar algún elemento nocivo- y con otras convivimos en el interior de nuestros hogares: los productos de limpieza, ambientadores del hogar y cosméticos y productos de belleza de rutina diaria que contienen sustancias químicas que pueden tener efectos nocivos sobre la salud
En nuestro compromiso por vivir de manera más sostenible, uno de los aspectos clave es reducir la cantidad de residuos sólidos que generamos en nuestro hogar. Al hacer pequeños cambios en nuestras elecciones diarias, podemos marcar una gran diferencia.
¿Es difícil? Puede parecerlo pero en realidad lo que falta es el hábito y el tomar consciencia de cual es nuestra situación actual: qué utilizamos y en que áreas de nuestra vida podemos empezar a hacer esos pequeños cambios.
¿Cómo se que los productos que utilizo llevan químicos?
Antes de comenzar es importante hacer una evaluación de los productos que utilizas en tu hogar para tu cuidado y consumo personal: analizarlos es una buena manera de tomar consciencia de lo que estás utilizando para tu piel.
Mira en este post cómo leer e interpretar las etiquetas de los productos de cosmética natural sólida.
Para eso necesitas comprender qué tóxicos llevan los productos convencionales de belleza y cuidado personal. Así podremos explicar la presencia de ingredientes como parabenos, ftalatos, sulfatos y fragancias sintéticas, y cómo pueden afectar a nuestra salud y al medio ambiente. Ten en cuenta que podemos estar expuestos a los alteradores endocrinos – una sustancia química capaz de alterar el equilibrio hormonal y que acaba repercutiendo en nuestro metabolismo, afectado a nuestro estado de ánimo, rutinas de sueño, emociones, etc… – Estos disruptores solo están en los alimentos o en lo que inhalamos, sino también en lo que nos aplicamos en la piel…
Una vez que estés familiarizado/a con los ingredientes a evitar, elige marcas de cosmética natural y orgánica. Estas marcas suelen comprometerse a utilizar ingredientes de origen natural, libres de tóxicos y químicos dañinos. Lee las etiquetas y busca certificaciones como «orgánico», «libre de crueldad» y «sin ingredientes artificiales» para asegurarte de que estás tomando la decisión correcta.
Explora la cosmética sólida
La cosmética sólida es una excelente alternativa a los productos convencionales envasados en plástico. Prueba cambiar tus productos líquidos por opciones sólidas como champús, acondicionadores, jabones y desodorantes en barra. Estos productos suelen ser duraderos, efectivos y no generan residuos plásticos. Aprovecha también para observar los diferentes tipos de residuos que produces con su uso -envases, envoltorios, frascos, y analiza cuáles podrían ser evitables o reemplazables por alternativas más sostenibles. Esto te ayudará a identificar las áreas en las que puedes comenzar a introducir productos sin tóxicos.
Considera simplificar tu rutina de cuidado personal y reducir la cantidad de productos que utilizas diariamente. Muchas veces, menos es más. Opta por productos multifuncionales o elige aquellos que tengan ingredientes naturales y seguros. Esto no solo reducirá la exposición a tóxicos, sino que también te ahorrará tiempo y dinero.
Atrévete con productos a granel: Otra forma de reducir los residuos sólidos y limitar los tóxicos es comprar productos a granel: aceites esenciales, jabones al peso, etc.. Utiliza también tus propios recipientes reutilizables para almacenar los cosméticos sólidos y evita los envases desechables.
Adopta la cultura del «reusar»: El reuso es una excelente manera de reducir los residuos sólidos en tu hogar. Considera utilizar servilletas de tela en lugar de las de papel, envoltorios de cera de abeja en lugar de papel aluminio o film plástico, y pañuelos de tela en lugar de pañuelos desechables.
Importante: adopta un enfoque gradual; no te exijas, ni te metas prisa a la hora de iniciar este proceso porque puede suceder que al tomar consciencia quieras hacer un cambio de toda tu rutina. Y, te avisamos, cambiar todos tus productos de cosmética de un día para otro puede resultar abrumador y costoso. En lugar de eso ve poco a poco. A medida que vayas terminando tus productos convencionales, reemplázalos con alternativas más naturales y libres de tóxicos. Esto te permitirá ajustarte a los nuevos productos y evaluar si realmente funcionan para ti.
Empieza por implementar uno o dos de estos consejos y, con el tiempo, podrás ir incorporando más prácticas sostenibles en tu vida diaria.
¿Sabrías por donde empezar a eliminar tóxicos de tu rutina diaria?